Tomemos una caña y vámonos a pescar,
recordemos viejos tiempos y muramos al despertar,
el querer sentir la brisa,
ir con calma y no tener prisa,
Porque así nace mi ansiedad,
tras viejos recuerdos que son ridículos de recordar…
Volquémonos pero enséñame a pescar,
enséñame a atrapar recuerdos y buscar donde debo estar,
dejemos recuerdos y pongámonos a pensar,
que cuando los peces estén medios muertos,
los soltemos y los dejemos en libertad.